GR
116
Camino Natural de Las Villuercas
Descripción

El GR-116 recorre la comarca de Las Villuercas y une el Camino Natural Vegas del Guadiana (Extremadura) con el de la Vía Verde de la Jara (Castilla - La Mancha). Incluido en el programa de caminos naturales del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el Camino Natural de Las Villuercas tiene una longitud de más de 70 kilómetros y discurre por los términos municipales de Logrosán, Cañamero, Guadalupe, Alía y Puerto de San Vicente.
 
Su tramo principal nace en la estación de ferrocarril de Logrosán en la provincia de Cáceres, finalizando en la antigua estación de Santa Quiteria en la provincia de Toledo. Discurre por caminos públicos hasta Puertollano, continuando posteriormente por vías pecuarias (cordel de Ganados, cañada real Leonesa y cordel de Merinas). Desde el collado de Gaitanejos, ubicado a 2 kilómetros del río Silvadillo, comienza un ramal hasta Guadalupe que circula en su totalidad por el camino público de Castilblanco. Este ramal tiene una longitud aproximada de 8 kilómetros.
 
La comarca de las Villuercas toma su nombre de la sierra que la rodea. Entre los valles del Tajo y el Guadiana, esta comarca es especialmente famosa por su singularidad geológica que genera otras particularidades, tanto hidrológicas como botánicas.

Observaciones:

El camino está bien señalizado en toda su extensión, pero hay que tener precaución, ya que gran parte del recorrido es de uso compartido con vehículos de motor. Además, no abundan las fuentes durante el recorrido, por lo que es importante aprovisionarse bien de agua en las poblaciones por las que pasa.

Itinerario:

Logrosán - Cañamero - Collado de Gaitanejos (salida ramal a Guadalupe) - Alía - Puerto de San Vicente - Estación de Santa Quiteria.

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Etapas
De Alía al Puerto de San Vicente
  • Estado:
    Operativo
  • Longitud:
    25,30km
  • Cota maxima:
    815m
  • Cota minima:
    440m
  • Acumulado:
    440m
  • Dificultad:
    Baja
  • Epoca:
    Verano, Otoño, Invierno
  • Etiquetas:
  • Tipo:
    Circular
  • Track:
    track.gpx
  • Topoguia:
    topoguia.pdf
Descripción

La etapa más larga de este Camino Natural parte de las afueras de Alía y tras pasar una pequeña área recreativa, se interna en una dehesa con bastante más arbolado que las anteriores por las que se ha pasado. El Camino se aleja del pueblo por un sendero asfaltado para pronto comenzar a discurrir sobre zahorra gris. Se llega así hasta un cruce junto a la ermita de La Concepción, se sigue por el camino a la izquierda, subiendo hasta encontrarse con la carretera que lleva hacia Castilblanco.
Por el Camino se pasarán algunas verjas, que no hay que olvidar cerrar, y se llega a un cruce con un camino de tierra y gravilla como el que ha acompañado durante casi todo el trayecto en etapas anteriores. Dejando de momento la compañía de los encinares, se asciende por una loma entre jaras y algunas zonas de cultivo para descender en fuerte pendiente hacia el embalse de Riofrío. Durante la bajada, se pueden reponer fuerzas en el área de descanso del Lago de Riofrío y refrescarse en la cercana fuente de Los Terreros (agua sin control sanitario, como reza un cartel junto a ella). Un cartel junto al embalse informa sobre la flora y fauna de los alrededores.
Entre pastizales poblados por algunas encinas de buen porte y otras recién plantadas, se llega hasta el río Guadarranque. Por el camino, si hay suerte, puede salir al paso algún grupo de ciervos (Cervus elaphus), que quizá acostumbrados a la presencia humana no son tan huidizos en este tramo. Tras un área de descanso, el río se cruza por una pasarela de madera, desde la que se pueden ver los restos de los antiguos puentes sobre el río Guadarranque y Guadarranquejo, cuya historia se cuenta en un panel una vez cruzada la pasarela. Tras atravesar otra pasarela de madera, un panel avisa del desvío para llegar al espacio natural protegido de la Lorera de la Trucha.
El Camino comienza un continuo ascenso, sin alejarse demasiado de la carretera EX-102, pasando sobre un arroyo y junto a la Fuente de el Cordel de Merinas (como la anterior, sin control sanitario) hasta llegar a cruzarla. Tras una fuerte bajada, comienza un duro ascenso por la Sierra de Altamira hasta llegar a Puerto de San Vicente, entre pinos y eucaliptos y el típico matorral mediterráneo acompañante: jara, retamas, tomillo (Thymus communis), durillo (Viburnum tinus), espino (Crataegus monogyna), torvisco, escaramujo (Rosa canina), brezo blanco (Erica arborea), olivilla (Phillyrea angustifolia), etc. Merece la pena hacer un alto en el camino en el área de descanso del Cielo de Altamira, donde se pueden disfrutar de unas impresionantes vistas de la sierra y el valle que acaba de remontarse.
Una vez alcanzado el puerto, la carretera se cruza, ya en Toledo, por una pasarela metálica. Esta etapa termina a la entrada de la población de Puerto de San Vicente, en un área de descanso con una fuente.

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