GR
168
CAMINO REAL DE ARAGÓN
Descripción

Hasta principios del siglo XIX, la ruta principal entre Madrid y Zaragoza , el Camino Real de Aragón, transcurría por las altas tierras de Guadalajara, en dirección a Daroca, en lugar del muy conocido trazado que, a través de Calatayud,  actualmente ocupa la A2.

El GR168 es fundamentalmente la recuperación de esta histórica  vía para uso y disfrute senderista y ciclista., y este tramo que aquí se describe, es el primero de  una serie que pretende la total restauración del tramo perdido de  la “antigua carretera”,  a su paso por Guadalajara. Así, estas tres primeras etapas ocupan el tramo correspondiente a la “Sexma del Campo” del ancestral Señorío de Molina, entre los impresionantes cañones formados por  los cursos altos de los  ríos Mesa y Piedra, a través  fundamentalmente de  las Parameras de Molina

Además de su carga histórica y la antigua riqueza de sus hoy semi-vacios pueblos, como atestiguan las  antiguas posadas, casas de postas  y casonas molinesas que nos encontraremos en ellos, la ruta nos ofrece una oportunidad inigualable para la observación de aves ya que combina la fauna rupícola de los cañones, con la esteparia del resto del trazado, sobresaliendo entre todas ellas la esquiva Alondra Ricotí ( o de Dupont), que tiene uno de sus últimos   hogares entre la diversidad de plantas aromáticas  de  esta  paramera.

Hay que advertir, no obstante, que debido a lo expuesto del trazado, hay que elegir bien la época en la que ir, evitando en todo momento los días de mucho viento, así como aquellos con temperaturas extremas tanto de frío como de calor. Solo así podremos disfrutar plenamente de los secretos que el páramo y sus recovecos, nos tiene reservados.

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Etapas
GR 168 CAMINO REAL DE ARAGÓN - ETAPA 4
  • Estado:
    Operativo
  • Longitud:
    13,09km
  • Cota maxima:
    1.165m
  • Cota minima:
    1.031m
  • Acumulado:
    133m
  • Dificultad:
    Media
  • Epoca:
    Primavera, Otoño
  • Etiquetas:
    • Interés Geológico
  • Tipo:
    Lineal
  • Track:
    track.gpx
  • Topoguia:
    topoguia.pdf
Descripción

Sendero que discurre por las tierras de la Sesma del Campo de Molina; catalogado de interés geológico (discurre por el Geoparque Comarca de Molina Alto Tajo). La ruta transita por parte del antiguo “camino de rueda” que unía Madrid y Zaragoza, como vía principal en los siglos XVI-XVIII. Partiendo de Tortuera, localidad que disfruta de un patrimonio artístico importante: tuvo una gran importancia como lugar aduanero, gracias a lo que se ganó el título de villa en 1554. Esto hace que se asentaran en ella importantes linajes locales de los que aún se conservan sus residencias, como la casa-palacio de los López Hidalgo de la Vega, en lo alto del pueblo; o la casa de los Romero de Amayas. En la Plaza Mayor encontraremos las casonas de los Moreno, Notario y García. Cruzamos una zona de la ZEPA “Lagunas y parameras del Señorío de Molina”, caracterizado por sus amplios campos cerealistas, parameras y la existencia de pequeña lagunas ,hábitat perfectos para aves como el Sisón, Avutardas y Alcaraván en los primeros, la Alondra Ricotí y la Cogujada Común, así como una rica representación de rapaces (aguilucho cenizo, cernícalo primicia, etc.). También destacan las aves de humedales de carácter frío, bien de paso como la Garza Imperial, Garceta Común y Garceta Grande; y lugar de invernada de la Grulla.  Llegamos a Embid, dominada por los restos del que fuera su imponente castillo medieval, construido en el siglo XIV, del que aún puede apreciarse parte de una fuerte torre central, dos muros y la muralla almenada de la cual solo se mantienen en pie dos de sus lienzos. Igualmente debe señalarse la Iglesia Parroquial de Santa Catalina, del siglo XVI, y la Ermita, a la salida del pueblo. Continuamos adentrándonos en el valle del río Piedra, hasta llegar a la ermita de El Rosel, recuperada hace unos años gracias a la generosidad de un vecino del pueblo, A.M, es un importante lugar de visita por los vecinos del pueblo y alrededores, hoy constituido como merendero municipal, situada junto a la fuente que da nombre al paraje.

Finalizamos nuestra etapa siguiendo el camino, hasta el límite con Zaragoza. Llegamos al Charco Verde, donde uno puede sentarse y disfrutar del paisaje. Solo el cantar de los pájaros y el vuelo de los buitres hacen romper la armonía del entorno.

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