El sendero de El Pajazo nos remonta a épocas lejanas, cuando los romanos se asentaron en este territorio debido a sus inmejorables condiciones para el aprovechamiento económico.
Entre la tupida masa de pinar que se extiende entre el casco urbano de La Pesquera y el embalse de Contreras, se localizan los restos de lo que fue una calzada romana, infraestructura que hoy en día aún conserva parte del empedrado, además de varias alcantarillas de evacuación en perfecto estado; y que aún realizan su función. Esta calzada, construida por y para el ejército, contribuyó con el tiempo a mejorar las comunicaciones de la zona, siendo usada hasta no hace demasiado tiempo.
Desde un mirador habilitado en el trazado también se disfruta de una amplia panorámica del embalse de Contreras, que contiene las aguas del río Cabriel, y cuya presa se puede divisar a lo lejos, además del puente del Rabo de la Sartén; importante obra de ingeniería que fue construida para poder pasar la N-III en dirección a Valencia, evitando así el estrecho y sinuoso puerto de Contreras