La rambla de Villarta constituye un auténtico oasis en medio de La Mancha, como ocurre con otras cercanas; siendo la más conocida la rambla de Consolación, en la vecina Iniesta, a la que ésta une sus aguas antes de desembocar en el río Cabriel y muy cerca del famoso puente de Vadocañas.
La frondosidad y el frescor de este accidente orográfico, contrastan con las resecas y llanas tierras que componen el término municipal de Villarta, dedicadas principalmente al cultivo de la vid, el olivo y el cereal.
El trazado, además de la visita e interpretación de los restos del antiguo molino hidráulico de El Molinillo (construido hacia el año 1800), presenta tres Derivaciones (no señalizadas bajo la Norma FDMCM) a sendos elementos etnográficos y/o relevantes para los vecinos, como son la fuente de la Canaleja, en el paraje del Tollo Gil, el Cuco El Zorra y la Peña Rodera (emblema de la localidad).